- Evaluar la rentabilidad de la inversión: Esta es la primera forma de minimizar el riesgo, teniendo en cuenta que, a mayor información que se tenga sobre lo que se quiere invertir, menor será el riesgo.
- Anticipar el futuro: La captación de información es un punto clave, ya que si se sabe manejar esa información nos permitirá seguir una estrategia empresarial innovadora que nos ayudará a decidir sobre nuestros productos y servicios, reaccionar ante nuestra competencia, anticiparse a los cambios que se están produciendo en el mercado, en la tecnología, etc.
- Diversificar el riesgo: Esto se hace planeando un portafolio de inversiones que equilibre las operaciones de alta peligrosidad con las de alta seguridad.
- Evaluar los resultados obtenidos: Teniendo una buena administración en la empresa que esté capacitada y sea profesional profesionalizada, es decir, altamente especializada en las nuevas tendencias del sistema financiero, podemos salir adelante ante estos riesgos.
- Utilizar herramientas para la gestión del riesgo financiero: Proteger determinados activos mediante la contratación de seguros.
Fuente: https://www.bbva.com/es/finanzas-para-todos-el-riesgo-financiero-y-sus-tipos/